martes, 24 de octubre de 2017

Hola blogueros ¿Cómo estáis? Yo bien. Ayer por la tarde estaba cosiendo tranquilamente con mi madre cuando ha llegado una anciana que nos quería vender un poco de hilo. Al parecer la anciana que se llama Celestina fue vecina nuestra hace mucho tiempo. Yo la verdad es que no me acuerdo de ella pero tanto mi madre como Lucrecia sí. Hasta ahí nada del otro mundo. Ahora es cuando viene lo interesante, mi madre se tuvo que ir a visitar a mi tía que se encuentra enferma y me dejó sola con la ella. Antes de irse Celestina, me dijo que necesitaba un favor. ¿Os acordáis del memo del que os hablé el otro día? Al parecer tiene dolor de muelas y Celestina cree que si le doy mi cordón y una oración se le pasará. Al principio me negué porque no me fiaba ni de Celestina ni de Catonto  pero después de pensármelo un poco he decidido dárselo porque no creía que me fuese a hacer ningún mal y además siempre está bien hacer una buena acción, es algo que siempre me dice mi madre. Mañana Celestina volverá para recoger la oración que no me había dado tiempo a escribir y así de paso podré preguntarle sobre un asunto que me tiene hecha un lío.

9 comentarios:

  1. Muchísimas gracias por tu amabilidad. Está claro que en el fondo no me odias tanto. ;)

    ResponderEliminar
  2. Espero que tu tía se recupere pronto.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por ayudar a nuestro señor. :D

    ResponderEliminar
  4. Sí, eso. Es usted muy generosa :D

    ResponderEliminar
  5. Lo que vosotros digáis.

    ResponderEliminar
  6. No te fíes ni de ellos ni de Celestina.

    ResponderEliminar
  7. No me digas lo que tengo que hacer.

    ResponderEliminar