domingo, 5 de noviembre de 2017

Queridos papá y mamá

Esto me resulta muy duro de contar, porque ahora mismo, si estáis leyendo esto, es porque ya no estaré. He dejado mi ordenador encendido en esta publicación para contaros mi pena si se diese el caso de que me echase para atrás a la hora de contarlo antes de hacer lo que estoy planeando hacer. Y es que no es planearlo. No puedo ni pensar en ello. Simplemente es algo que ojalá no tuviese que hacer pero mi pena es inmensa, demasiada como para seguir mi vida cargándola a mis espaldas y hacer como si no existiese... y es que con esta publicación dejo abierto mi blog para que entendaís mis sentimientos y mi reacción de ahora. Que fallezca alguien es duro, pero muchísimo más si ese alguien era tan importante como la vida misma, como que si esa persona no esta, tu corazón también desaparece... y es que la vida no es justa y por ser mujer no me tienen en cuenta. Mi corazón es mi corazón y ojalá poder decidir de quién me enamoro, pero no. ME ABSTENGO de seguir viviendo y que vosotros, papá y mamá, decidaís con quien deberé decir el "sí quiero" dandoos igual si amo de verdad a esa persona o no, después de haber vivido la muerte de la persona que realmente amaba, ¿qué más da? No va a haber nadie mejor porque no tendré opción de elegir y paso de vivir con la pena de lo que he perdido y teniendo que esconderlo mientras finjo gusto por besar al hijo del marqués del pueblo de al lado solo porque sus riquezas nos harían una familia importantísima. Prefiero desahogarme y morir confesada que vivir en la mentira con un nudo en la garganta y que acabe en lágrimas cada noche solo por no decepcionaros... porque os quiero. Solo espero que me queraís suficiente como para que al menos hagais con mi cuerpo, lo que os pido; mi funeral a la vez que el de Calisto, sepultados los dos juntos. No pido que me perdoneis, pero al menos que intenteis comprender que no tenía opción y es que, aunque lo entendieseis, nadie en nuestros días lo vería bien y que tachen nuestro apellido de distinto es lo peor que podría pasarle a nuestra familia.
No querría haber llegado hasta aquí, pero ojalá el mundo fuese distinto y el verdadero amor se antepusiese a las riquezas y no al revés. Y es que fuese así o no, ya no me importa porque mi amado ya no está. Y mi intención es volver a reunirme con él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario